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La Medicina Estética con Propósito: Entrevista a la Dra. Verónica López Couso
En nuestro espacio dedicado a mujeres que inspiran, compartimos la historia de la Dra. Verónica López Couso, especialista en Medicina Estética de la Clínica Dermatológica Internacional - El Hospital de la Piel, bajo la dirección del Dr. Ricardo Ruiz, Director Médico de Dermatología de CDI y Jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Ruber Internacional.
En nuestra continua búsqueda por comprender mejor la piel y todos los procesos que intervienen en su salud —desde la función de sus células hasta proteínas esenciales como el colágeno— contamos con la colaboración de profesionales que inspiran y transforman. Una de ellas es la Dra. Verónica López Couso, con quien tenemos la suerte de trabajar en talleres y experiencias que nos ayudan a profundizar en el cuidado avanzado de la piel, como lo que hemos realizado centrados en la máscara de luces LED FAQ 202 para explicar sus múltiples beneficios, especialmente de la luz LED roja e infrarroja.
Su capacidad para explicar con claridad conceptos complejos y su visión humana de la medicina estética hacen que cada encuentro con ella sea una oportunidad para aprender. Y como queríamos conocerla un poco más —su vocación, sus referentes, sus sueños y la filosofía que hay detrás de su práctica— le hemos planteado esta serie de preguntas que hoy compartimos con vosotros.
1. ¿Qué te motivó a dedicarte a tu especialidad médica y cómo ha evolucionado tu vocación a lo largo del tiempo?
Desde muy joven sentí una profunda vocación por la medicina, especialmente por su vertiente teórica. Siempre me ha fascinado comprender cómo funciona el cuerpo humano, desentrañar sus mecanismos y encontrar respuestas a lo que sucede en su interior. Con el tiempo, descubrí que esa curiosidad científica se complementaba con mi deseo de ayudar a las personas y contribuir a su bienestar.
Elegí la especialidad de Alergología porque me permitía unir ambas facetas: es una disciplina que exige un conocimiento detallado de los procesos moleculares y proteicos del organismo para poder identificar y comprender las reacciones que se producen. Me gusta compararla con una investigación de detectives: cada síntoma es una pista, cada reacción una historia que debemos descifrar para encontrar el “culpable” y, finalmente, mejorar la vida de los pacientes, especialmente de los más pequeños, ayudándoles a disfrutar de una vida normal y plena.
Más adelante, durante la residencia, descubrí en la Medicina Estética una vía que unía la precisión científica con la creatividad y la técnica manual. Fue un giro natural que me permitió aplicar mis conocimientos médicos en un contexto diferente, donde la prevención, el equilibrio y la armonía cobran un papel protagonista. La Medicina Estética me ofrece la posibilidad de mejorar la calidad de vida de personas sanas que buscan sentirse mejor consigo mismas, y eso resulta profundamente gratificante. Poder contribuir, desde la ciencia y la sensibilidad, a que alguien se vea y se sienta bien, convierte cada jornada en una experiencia motivadora y enriquecedora.
2. ¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado en tu carrera y qué aprendiste de esa experiencia?
El mayor desafío que he enfrentado en mi carrera ha sido, sin duda, conocerme a mí misma y descubrir cuál era realmente mi camino dentro de la medicina. A lo largo de los años he transitado por distintos ámbitos, desde la urgencia hospitalaria hasta la consulta pública y privada, pasando por la industria farmacéutica, siempre con la inquietud de aprender, aportar y encontrar el lugar donde pudiera ofrecer mi mejor versión.
No ha sido un recorrido fácil. Ha requerido tiempo, introspección y mucho esfuerzo para equilibrar todas esas experiencias mientras mantenía, de manera constante, mi vínculo con la medicina estética. Aunque compaginaba diferentes trabajos y responsabilidades, siempre encontraba momentos para formarme, o seguir profundizando en este campo. Con el tiempo comprendí que, si era aquello que nunca había dejado de hacer, probablemente era también lo que verdaderamente me apasionaba.
Tomar la decisión de dedicarme por completo a la medicina estética fue un punto de inflexión. Supuso dejar atrás la comodidad de lo conocido para apostar por lo que realmente me hacía feliz. Hoy puedo decir que fue la mejor decisión: trabajo cada día en lo que me apasiona, con la ilusión de seguir creciendo, aprendiendo y ayudando a las personas a sentirse mejor consigo mismas. El camino no ha sido sencillo, pero ha estado lleno de aprendizajes, y lo más importante es que me ha llevado a vivir mi vocación con plenitud.
3. ¿Qué mujeres —dentro o fuera del ámbito de la medicina— han sido una inspiración para ti?
Desde el primer momento, mi madre ha sido una auténtica fuente de inspiración para mí. Verla ejercer la medicina con sabiduría, siendo el pilar al que acudían todos cuando surgía un problema de salud, me mostró desde muy joven qué significa estar al servicio del otro. Su capacidad para cuidar, acompañar y devolver la tranquilidad me dejó la semilla de mi vocación: la medicina.
Admiro profundamente a mujeres que, dentro y fuera de la medicina, han sabido abrirse camino y dejar huella. Soy muy swiftie y obviamente Taylor Swift, por ejemplo, me inspira por su capacidad de reinventarse, mantenerse fiel a sí misma y superar cada obstáculo con determinación y talento, construyendo una carrera brillante desde su propio esfuerzo. En el ámbito científico, Marie Curie es un referente intemporal: su rigor, curiosidad y valentía marcaron un antes y un después en la historia de la ciencia, demostrando que el conocimiento y la pasión no tienen género.
Y, sobre todo, me inspiran todas las mujeres con las que he tenido la suerte de trabajar: compañeras que día a día se superan, equilibrando su vida profesional con su familia, mostrando una fortaleza admirable y un compromiso absoluto con sus pacientes. Ellas representan, en el día a día, el verdadero espíritu de la medicina moderna: mujeres resilientes, brillantes y generosas, que trabajan con excelencia y vocación, dejando claro que el futuro de la medicina está en muy buenas manos.
En mi propio camino, como alergóloga y médico estético, me motiva aplicar ese mismo nivel de excelencia: escuchar al paciente, comprender con profundidad los procesos biológicos, innovar en técnicas estéticas con rigor y acompañar con empatía.
4. ¿Cómo describes tu estilo de liderazgo y cómo lo aplicas en tu entorno de trabajo?
Concibo el liderazgo como una pieza fundamental del trabajo en equipo. Para mí, liderar no significa mandar, sino inspirar, escuchar y acompañar para que cada persona pueda aportar su mejor versión. En el Hospital de la Piel tengo la oportunidad de coordinar proyectos y trabajar con un equipo multidisciplinar, algo que me motiva profundamente.
Me gusta hacer equipo, fomentar un ambiente de confianza y comunicación donde todos rememos en la misma dirección. Creo en un liderazgo basado en la colaboración, la motivación y la excelencia compartida, buscando siempre que los proyectos lleguen a buen puerto y que el crecimiento sea colectivo. Ver cómo cada miembro del equipo crece y cómo juntos alcanzamos resultados es, sin duda, una de las partes más gratificantes de mi trabajo.
5. ¿Qué papel juega la empatía en tu práctica profesional y cómo la cultivas día a día?
La empatía es, sin duda, una de las cualidades más importantes en mi práctica profesional. En medicina estética, más allá de la técnica o el conocimiento científico, es esencial saber escuchar y comprender lo que el paciente siente y desea. Muchas personas llegan a consulta con una mezcla de ilusión, dudas o incluso inseguridad, y necesitan encontrar en nosotros no solo a un profesional cualificado, sino a alguien en quien puedan confiar plenamente.
Para mí, la empatía comienza desde el primer contacto: en la forma de recibir al paciente, de escuchar sin juicios y de entender qué hay detrás de cada demanda estética. A menudo no se trata solo de un cambio físico, sino de un proceso de bienestar emocional y de reconexión con la propia imagen. Por eso, intento que cada consulta sea un espacio de cercanía, confianza y comunicación honesta, donde el paciente se sienta comprendido y acompañado.
Cultivo la empatía día a día recordando que cada persona que se sienta frente a mí tiene una historia única. Observar, escuchar activamente y dedicar tiempo a cada caso me permite ofrecer un tratamiento verdaderamente personalizado, adaptado no solo a las necesidades médicas, sino también a las expectativas y emociones de cada paciente. Creo firmemente que la empatía no solo mejora los resultados, sino que construye relaciones duraderas y humaniza la medicina estética.
6. ¿Qué valor le das a la educación y la divulgación del conocimiento en el ámbito de la salud?
Considero que la educación y la divulgación del conocimiento en el ámbito de la salud son absolutamente fundamentales. En un momento en el que la información está al alcance de todos, es más necesario que nunca que los profesionales sanitarios asumamos un papel activo como fuentes fiables y rigurosas. La sobreexposición a contenidos no verificados puede generar confusión, miedo o falsas expectativas, especialmente en áreas como la medicina estética, donde la información circula de forma masiva y no siempre con criterio científico.
Por eso, creo firmemente en la divulgación responsable, basada en la evidencia y en el lenguaje claro. Nuestro papel no debe limitarse a tratar pacientes, sino también a educar y orientar, ayudando a la sociedad a diferenciar entre lo que es un mito y lo que realmente tiene respaldo médico.
Las redes sociales y los medios digitales ofrecen una oportunidad única para hacerlo: permiten acercar la ciencia al público de una forma accesible, visual y dinámica, sin perder el rigor. Me gusta pensar que, al comunicar de manera honesta y profesional, contribuimos no solo a mejorar la salud y la cultura médica, sino también a dignificar nuestra profesión y fortalecer la confianza entre los pacientes y los profesionales de la salud.
7. ¿Cómo crees que podemos impulsar la visibilidad y participación de más mujeres en la ciencia y la medicina?
En el ámbito de la medicina, afortunadamente, cada vez somos más mujeres y con una presencia cada vez más sólida. Este cambio está aportando una visión más completa y humana a la profesión, y además está permitiendo dar voz a muchas realidades que durante años fueron invisibles.
Me parece fundamental impulsar la visibilidad y la participación de las mujeres en la ciencia y la medicina, no solo desde la práctica clínica, sino también en la investigación, la docencia y los puestos de liderazgo. Cuando las mujeres ocupan espacios de decisión, se abordan con mayor sensibilidad temas que antes eran considerados tabú o de menor relevancia, y eso enriquece enormemente el conocimiento médico y el trato al paciente.
Admiro profundamente a mis compañeras que alzan la voz, crean proyectos, programas o canales de divulgación donde se habla de salud femenina, bienestar y medicina con perspectiva de género. Creo que visibilizar nuestro trabajo y apoyar a las nuevas generaciones de médicas es esencial para seguir avanzando hacia una medicina más inclusiva, diversa y representativa.
8. ¿Qué consejo le darías a las nuevas generaciones de mujeres que quieren dedicarse al ámbito médico o científico?
Mi consejo para las nuevas generaciones de mujeres que quieren dedicarse a la medicina o a la ciencia es que avancen sin miedo y con determinación. Aunque todavía queda camino por recorrer, el futuro es prometedor y cada vez existen más oportunidades para desarrollarse y destacar.
Creo que aún hay mucho trabajo por hacer, especialmente en romper ciertos tabúes y barreras culturales que han limitado la visibilidad o el reconocimiento de las mujeres en este ámbito. Sin embargo, también es un momento apasionante: hoy más que nunca, la medicina necesita miradas diversas, sensibilidad, empatía y rigor científico, valores que muchas mujeres aportan de manera natural.
Les diría que confíen en su talento, que se formen, que busquen referentes, que se rodeen de otras mujeres que las inspiren y, sobre todo, que nunca duden del valor de su voz. Cada paso que damos abre camino a las que vienen detrás, y eso es algo verdaderamente poderoso.
9. ¿Qué metas o sueños profesionales te gustaría alcanzar en los próximos años?
En los próximos años me gustaría seguir creciendo profesionalmente y consolidar un proyecto que combine ciencia, innovación y bienestar. Uno de mis grandes objetivos es desarrollar una unidad especializada en medicina regenerativa e integrativa, un área apasionante que representa el futuro de la medicina estética al centrarse en la reparación, la prevención y la salud global del tejido.
Además, me gustaría crear sinergias con otros profesionales y partners para ofrecer una atención integral, donde el paciente encuentre en un mismo espacio un enfoque médico, tecnológico y humano de la estética. Creo que el trabajo colaborativo es la base del progreso y que la unión de distintas especialidades multiplica el valor que ofrecemos.
A largo plazo, uno de mis mayores sueños es que la medicina estética sea reconocida como una especialidad médica con entidad propia, con estándares de formación, ética y rigor científico. También aspiro a que los pacientes comprendan la importancia de acudir no solo para tratar, sino para prevenir y mantener la salud de su piel y su bienestar.
En definitiva, mi meta es contribuir a una medicina estética más científica, responsable y humana, que inspire confianza y promueva una relación más consciente entre salud, belleza y calidad de vida.
10. ¿Qué te inspira y te impulsa a seguir creciendo tanto a nivel personal como profesional?
Lo que más me inspira, tanto a nivel personal como profesional, es la posibilidad de ayudar a las personas a sentirse bien consigo mismas. Ver la satisfacción de un paciente cuando logra verse y sentirse mejor es una de las mayores recompensas de esta profesión y lo que me impulsa a seguir mejorando cada día.
En el plano personal, mi familia es mi motor, mi mayor apoyo y fuente constante de equilibrio y motivación. Ellos me recuerdan la importancia de mantener los pies en la tierra y disfrutar del camino, no solo de los resultados.
A nivel profesional, me inspira la idea de ofrecer siempre lo mejor: incorporar los últimos avances científicos y tecnológicos, como la inteligencia artificial y la medicina regenerativa, para lograr tratamientos más precisos, seguros y personalizados. La medicina estética evoluciona a gran velocidad, y eso me motiva a seguir formándome, innovando y creciendo para dar lo mejor de mí en cada paciente.

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